El disco se abre con cinco minutos titulados “Heavy State“, que recuerdan a los pesados y alucinógenos Ufomammut -los recordaremos durante todo el viaje-. Contundentes del primer instante con unas guitarras que desafían tu estabilidad mental y una batería con la que no parar de disfrutar (menuda manera de marcar y aporrear los parches y platillos). Durante sus minutos de machacamiento cervical, presenciamos también, un fondo ácido triposo del que cuesta salir.